La vivienda se encuentra en un entorno privilegiado, en la localidad de Jávea, situada en la cala de Portichol frente a su isla. Esta localización le proporciona excelentes visuales y un estado de sosiego, al escuchar de fondo como rompen las olas del Mar Mediterráneo.
La actuación en el edificio se basa en una reforma integral, potenciando aquellos elementos destacables y suprimiendo los que su aportación es nula, unificando conceptos y materiales. De esta manera, se parte de crear un concepto sencillo, un zócalo robusto formado de mampostería y acero corten, que protege del exterior sobre la que descansa una pieza superior, blanca y liviana que se abre al mar. En contraste, se crea un interior cálido, donde predomina la piedra caliza y la madera natural de roble, que junto al olor del mar generan ambientes acogedores.
La distribución de la vivienda se resuelve de una manera sencilla, ubicando en cada planta una parte de su programa. Así en la entrada y parte superior , se ubica la zona de noche y ocio, dormitorios y gimnasio , con amplias terrazas que se abren al mar. En la planta inferior se ubica la zona de día, con un amplio salón-comedor-cocina vinculado a un porche, donde disfrutar de una zona exterior cubierta. La piscina desbordante se coloca en la zona más baja de la vivienda, generando una continuidad con el mar. A todas estas estancias se suman los de espacios exteriores, formadas por terraplenes cubiertos de vegetación autóctona unidos a través de escaleras de piedra caliza que nos permiten recorrer toda la parcela.
La materialidad de la vivienda se resume desde una premisa. La utilización de materiales naturales como piedra, acero , madera y mármol, que nos aportan espacios cálidos y habitables y que se funden con el entorno privilegiado donde se encuentra la vivienda.
La decoración sigue el guion de la vivienda, proponiendo mobiliario, colores , texturas que siguen el patrón de una vivienda de ambiente mediterráneo, cálida y luminosa.